Una visión panorámica del Derecho

Antonela Benedetti

Antonela Benedetti está terminando la carrera Abogacía en la UB y, a través de la Dirección de Desarrollo Profesional, consiguió un trabajo en la empresa Glaxo Smith Kline. Asegura que, con esta experiencia, pudo descubrir su vocación y aprovechar al máximo los conocimientos académicos.

Antonela empezó a estudiar Abogacía en la Universidad de Belgrano en 2010. Al año siguiente, un conocido le informó sobre una oferta laboral en la empresa de laboratorios Glaxo Smith Kline. “Mi carrera tiene muchas aristas y sólo pude descubrirlas al introducirme en la empresa”,  dice Benedetti. “Siento que me dio más herramientas para avanzar con más facilidad en la facultad”.

Insertarse a su campo laboral le aportó una visión diferente del ejercicio del derecho. “Si bien sabía el campo laboral de un abogado, siempre lo había visto desde el punto de vista de tribunales o de un juzgado. Nunca había visto el rol de un abogado en una empresa”. Reflexiona sobre la figura de un abogado en una empresa “No sólo me relacionaba con otros abogados, sino con otro tipo de profesionales con los que formaba un equipo. Más allá de eso, me gusta ser una profesional independiente. En ese sentido,  la empresa dependía de un estudio jurídico para llevar a cabo los juicios. Sin embargo, me sirvió para vincularme con otros juristas”.

“Aprendí un montón de cosas que después me ayudaron a rendir las materias más fácilmente. Por ejemplo, aprendí mucho sobre el ejercicio procesal, civil y comercial. A la hora de estudiar para la materia, tenía un entendimiento más profundo de estas áreas”. Habla sobre los tiempos compartidos con el estudio. “Al ser 4 horas es fácil organizarse los tiempos. Además me dio más herramientas para enriquecer mi experiencia académica. Trabajé a la mañana y cursé a la tarde durante 18 meses”. Por otro lado, dice:  “Sólo el hecho de trabajar en mi aptitud reforzó mi amor y mi compromiso hacia la carrera. Tuve que emplear conocimientos de obligaciones y contratos, materias que he cursado después, lo cual me ayudó un montón”.

“Dejé mi currículum en el sitio y luego vine a una entrevista con el coordinador de Desarrollo Profesional. Tenía la expectativa de conseguir un empleo prontamente. Otros estudiantes de años más elevados me contaron que habían conseguido un trabajo a través de la dirección, que habían tenido un buen trato con el coordinador y que habían terminado sus pasantías de manera provechosa para sus carreras”. Relata cómo dio con esta oferta laboral. “Un conocido sabía que me daban la pasantía a través de la UB. Hablé con autoridades para poder hacer un contrato entre la UB, la empresa y yo.”

Enfatiza sobre el apoyo de la Dirección de Desarrollo Profesional. “Me sirvió mucho el apoyo de la facultad y el saber que venía de una universidad con renombre. Podría decir que fue determinante, junto con cómo venía haciendo la carrera. Había rendido las materias al día e iba cumpliendo con las expectativas académicas de la universidad. El contrato de pasantías también me fue útil para hacer las 400hs de Trabajo Social de obligación académica.

Piensa en otros alumnos (tal vez sus futuros colegas) que están buscando su primer empleo. “Les diría que no duden en venir y consultar a la Dirección de Desarrollo Profesional. A mí me atendieron excelentemente y siempre me dieron oportunidades. Si bien es importante que una, como estudiante respete las normas académicas, es importante poder conseguir una primera experiencia laboral a través de la misma facultad. Da mucho más respaldo en la entrevista laboral y para conseguir un título. Yo hice casi dos años de mi carrera nutriéndome de experiencias.” Además, en un plano más general, habla de la construcción de la cultura del trabajo. “Es importante aprender a desenvolverse en un grupo de trabajo, saber lo que es tener un jefe, trabajar en equipo, interrelacionarse con otros profesionales todos los días.” Antonela ríe mientras concluye: “Aunque uno esté de mal humor, tiene que aprender a poner ganas para seguir con su laboral y salir adelante”.

Desde un ángulo más personal, continúa con una introspección. “Mi idea era saber cómo se desarrollaba un abogado en el ámbito laboral. Más allá de los conocimientos o de lo que uno ve en la televisión, no concordaba con la práctica. Me di cuenta que me gusta más litigar. La verdad, creo que tiene que ver con mi personalidad. Tiene que ver con mi forma de expresarme, mis ganas de resolver un problema. Dentro de una empresa la resolución de problemas es menos conflictiva y más rutinaria”. Finalmente, reconoce: “Me tocó un grupo de trabajo muy bueno. Con la facultad no tuvo ningún tipo de problema. Siempre me abrieron las puertas. Pude ver todas las caras de mi carrera. No me sentí sola saliendo al mundo laboral.”